jueves, 19 de enero de 2012

DECRECIMIENTO JUSTO O BARBARIE

En nuestra sociedad, que podría llamarse la sociedad del exceso, paradójicamente la mayor parte de las cosas importantes o imprescindibles van a menos. Las reservas pesqueras disminuyen de forma alarmante debido al exceso de pesca; el petróleo, base de nuestra organización económica, empieza a agotarse a causa de la extracción excesiva; el equilibrio climático se quiebra debido al exceso de transporte motorizado; los
© Desconocido
ecosistemas se fraccionan y deterioran debido al exceso de cemento y hormigón; el agua, el aire y el suelo se envenenan debido al uso excesivo de productos químicos; las desigualdades sociales se profundizan porque existe una acumulación y consumo excesivo de bienes por parte de una minoría; la articulación social que garantizaba los cuidados se está destruyendo, entre otras cosas, porque hombres y mujeres deben dedicar un tiempo excesivo a trabajar para el mercado; la diversidad social y cultural desaparece ante los excesos de un modelo homogeneizador. 

Si los problemas que afrontamos están causados por una extracción excesiva de recursos, por la ingente generación de residuos, por la incautación excesiva de los tiempos para la vida por parte del mercado y por una acumulación obscena de riqueza por una parte de la humanidad; si los problemas que colocan la vida, tal y como la conocemos, en situación de riesgo vienen dados por la extralimitación, es fácil imaginar por dónde tendrán que ir las soluciones. 

Si el planeta está sujeto a límites, en su seno nada puede crecer indefinidamente. El ineludible hecho de que el sistema económico se encuentre dentro de la biosfera, de que requiera materiales y energía, y de que emita residuos y calor, implica que no puede sostenerse sobre el crecimiento ilimitado. El camino hacia la sostenibilidad pasa forzosamente por la disminución de la extracción y la generación de residuos de las poblaciones que más lo hacemos. 

La adicción al crecimiento del capitalismo 

Vivimos en un sistema, el capitalista, que funciona con una única premisa: maximizar el beneficio individual en el menor tiempo. Uno de sus corolarios inevitables es que el consumo de recursos y la producción de residuos no puede parar de crecer. 

Veámoslo con un ejemplo. El Banco Santander toma prestados unos millones de euros del BCE y después se los presta, a un tipo de interés mayor, a Sacyr-Vallehermoso, para que pueda comprar el 20 por ciento de Repsol-YPF. Para que Sacyr rentabilice su inversión y le devuelva el préstamo al Santander y éste a su vez al BCE, Repsol no puede parar de crecer. Si no hay crecimiento, la espiral de créditos se derrumba y el sistema se viene abajo. 

¿Y cómo crece Repsol? Vendiendo más gasolina y aumentando el cambio climático, recortando los costes salariales, extrayendo más petróleo incluso de Parques Nacionales o de reservas indígenas, bajando las condiciones de seguridad [1]... En definitiva, a costa de las poblaciones de las zonas periféricas y de la naturaleza. 

Y esto también es aplicable al ámbito de la economía financiera, ya que se articula sobre la productiva, que es sobre la que tiene que ejercer, en último término, su capacidad de compra. 

Por lo tanto, el capitalismo es intrínsecamente incompatible con los límites físicos del planeta.Por ello ha ido desarrollando toda una serie de pseudo-soluciones que intentan demostrar que se puede seguir creciendo indefinidamente en un planeta de recursos limitados. Entre ellas destaca la promesa de la desmaterialización de la economía a partir de la ecoeficiencia. La eficiencia es condición necesaria pero no suficiente. El efecto rebote que ha acompañado a muchas innovaciones tecnológicas que pretendían desmaterializar la economía da buena muestra de ello. 

Decrecimiento y calidad de vida 

Cuando la población vive en condiciones de miseria, incrementos en el consumo de recursos y energía se asocian directamente con el aumento de la calidad de vida. Esto está claro en varios indicadores, como el aumento de la esperanza de vida, el acceso a la educación o la felicidad. 

Sin embargo, a partir de un determinado umbral, esa correlación se pierde. Por ejemplo, incrementos continuados en el consumo de energía por encima de una tonelada equivalente de petróleo por persona y año no van acompañados de incrementos significativos en indicadores como la esperanza de vida, la mortalidad infantil o el índice de educación [2]. Una tonelada equivalente de petróleo es el consumo energético aproximado de Uruguay y Costa Rica, que tienen indicadores de calidad de vida similares, aunque algo menores, a España, cuyo consumo ronda las 3,6 toneladas. 

Esta cifra podría ser un punto de referencia que respondiese a la pregunta de ¿hasta dónde decrecer?, aunque podríamos tomar otras referencias más bajas, como la de los/las habitantes de Can Masdeu, en la periferia de Barcelona, que tienen una calidad de vida excelente con un consumo que ronda el cuarto de esa tonelada equivalente de petróleo [3]. 

Otros estudios, en EEUU [4] o Irlanda [5], apuntan a que la felicidad tampoco guarda una correlación con el crecimiento a partir de determinado límite. 

Decrecimiento y trabajo 

Ajustarse a los límites del planeta requiere reducir y reconvertir aquellos sectores de actividad que nos abocan al deterioro, e impulsar aquellos otros que son compatibles y necesarios para la conservación de los ecosistemas y la reproducción social. 

Nuestra sociedad ha identificado el trabajo exclusivamente con el empleo remunerado. Se invisibilizan así los trabajos que se centran en la sostenibilidad de la vida (crianza, alimentación, cuidados a personas mayores o enfermas) que, siendo imprescindibles, no siguen la lógica capitalista. El sistema no puede pagar los costes de reproducción social, ni tampoco puede subsistir sin ella, por eso esa inmensa cantidad de trabajo permanece oculta y cargada sobre las mujeres. Cualquier sociedad que se quiera orientar hacia la sostenibilidad debe reorganizar su modelo de trabajo para incorporar las actividades de cuidados como una preocupación colectiva de primer orden. 

Pero además es necesaria una gran reflexión sobre el empleo remunerado. Es evidente que un frenazo en el modelo económico actual termina desembocando en despidos. Hay trabajos que no son socialmente deseables, como las centrales nucleares, el sector del automóvil o los empleos creados alrededor de burbujas financieras. Las que sí son necesarias son las personas y, por tanto, el progresivo desmantelamiento de determinados sectores tendría que ir acompañado por un plan de reestructuración en un marco de fuertes coberturas sociales públicas. 

El avance hacia la sostenibilidad crearía nuevos empleos en sectores que ya son fuertes generadores de trabajo, como las renovables, el reciclaje o el transporte público [6]. Además la red pública de servicios básicos deberán crecer. Por último, la reducción del consumo de energía, inevitable por otra parte, y el replanteamiento de la utilización de tecnología de alto nivel, implicarán una mayor intensidad en el trabajo y, por lo tanto, la necesidad de más empleo. 

En todo caso hay informes [7] que apuntan que necesitamos trabajar menos para mantener el sistema de producción que tenemos. Por lo tanto, ya hoy, con un reparto adecuado del trabajo, nuestra jornada "laboral", incluyendo las labores de cuidados, disminuiría notablemente. Esto centra el foco de discusión social en el reparto del trabajo, no en la creación de más empleo. Desde esta perspectiva, el enfoque del sindicalismo mayoritario debería volver a reivindicaciones anteriores, como la jornada de 35 horas. 

Igualdad y distribución de la pobreza 

La economía neoclásica presenta una receta mágica para alcanzar el bienestar: incrementar el tamaño de la "tarta", es decir, crecer, soslayando así la incómoda cuestión del reparto. Sin embargo, el crecimiento contradice las leyes fundamentales de la naturaleza. Así, el bienestar vuelve a relacionarse con la distribución. 

Reducir las desigualdades nos sumerge en el debate sobre la propiedad. Nos encontramos en una sociedad que defiende la igualdad de derechos entre las personas y sin embargo asume con naturalidad enormes diferencias en los derechos de propiedad. En una cultura de la sostenibilidad habría que diferenciar entre la propiedad ligada al uso de la vivienda o el trabajo de la tierra, de la ligada a la acumulación y poner coto a la última. 

¿En qué hay que decrecer? 

© Desconocido
Reducir el tamaño de una esfera económica no es una opción que podamos escoger. El agotamiento del petróleo y de los minerales, y el cambio climático van a obligar a ello. Esta adaptación puede producirse por la vía de la pelea feroz por los recursos decrecientes, o mediante un reajuste colectivo con criterios de equidad. El decrecimiento puede abordarse desde prácticas individuales, comunitarias y también a nivel macro. Entre ellas resaltamos algunas, sobre todo centradas en el nivel macro: 

Introducir límites al uso de recursos 

- Reducir el consumo en los países del Norte para igualarlo con el Sur, que debería aumentar hasta poder garantizar la salida de la miseria de sus poblaciones. Una iniciativa en este sentido es poner un límite máximo de uso de recursos. 

- Estudiar la puesta en marcha de una huella ecológica de consumo máximo por persona en forma de "tarjeta de débito de impactos". 

- Prohibir la producción en sectores que destruyan la vida. 

- Reducir los residuos. 

- Medidas de aumento de la eficiencia. 

- Aumentar la participación de los elementos renovables en la economía, ya sea en forma de energía o en forma de materia, sin olvidar que van a poder cubrir un consumo inferior al que tenemos en la actualidad [8]. 

- Medidas de sensibilización a la población sobre los límites del planeta. 

Priorizar los circuitos cortos de distribución 

- Incentivar una reruralización de la población. 

- Promocionar un urbanismo compacto, de cercanía y bioclimático. 

- Fomento de grupos de consumo y mercados locales. 

Poner límites a la creación de dinero 

- Anclaje de las monedas a valores físicos como una bolsa de alimentos básicos o de minerales estratégicos o a la cantidad de población. 

- Prohibición de que los bancos creen dinero saltándose sus depósitos. Eliminación de los mecanismos de titularización de la deuda. 

- Promoción de monedas locales y redes de trueque. Internalización de costes 

- Puesta en marcha de un sistema de ecostasas finalistas y redistributivas. 

- Responsabilidad por parte de los fabricantes de todo el ciclo de vida del producto. 

- Introducir más controles a la producción no ecológica que a la ecológica. 

Políticas activas de fomento de la economía ecológica y solidaria 

- Volver a hacer público el control de los sectores estratégicos, como el energético o la banca. 

- Medidas para el reparto de la riqueza y la limitación de la capacidad adquisitiva: renta máxima y reparto del trabajo (productivo y reproductivo). 

- Introducir como únicos los criterios sociales y ambientales en las políticas públicas de subvenciones. 

- Etiquetado de trazabilidad del producto indicando las formas de producción y de transporte. 

- Política de compras verdes y justas por parte de las administraciones públicas. 

- Disminuir incentivos al consumo. Un ejemplo sería la limitación y el control de la publicidad. 

jueves, 16 de junio de 2011

25 MANERAS DE MANIPULAR LA INFORMACION

En el siguiente articulo podremos ver una serie de técnicas básicas de manipulación de la información. Si usted escucha o ve con asiduidad tertulias políticas, podrá reconocer sin dificultad como la argumentación de estos individuos esta impregnada de toda esta basura, con el infame objetivo de desinformar, confrontar y desestabilizar.
Estos falaces  argumentos son el pan de cada dia de tertulias (si se les puede llamar asÍ) de cadenas privadas como Intereconomia, o lo que es peor de cadenas publicas como Telemadrid.
Les invito a que lean con detenimiento estos 25 puntos y después (si se ven con fuerzas) sintonicen en su tdt "El gato al agua"  punta de lanza de la basura manipuladora del vergonzoso canal Intereconomia. A ver si reconocen alguna de estas técnicas en su discurso.
El desinformador  H. Michael Sweeney nos obsequia con este articulo bastante esclarecedor:


1.  Lo que sepas, no lo discutas, especialmente si eres una figura pública o un conductor de noticias, etc. Si no se reporta, no sucedió, y así no tienes que lidiar con los posibles problemas (esto es: en nuestra era sólo lo que sucede en los medios es real, lo demás es como una manzana que cae en un bosque vacío). 

2. Conviértete en incrédulo e indignado. Evita discutir temas importantes y enfócate en temas periféricos que pueden ser usados para criticar a otro grupo considerado como "sagrado" por algún sector de la población. 

3. Evita discutir temas inconvenientes describiendo toda acusación, independientemente de dónde venga, como meros rumores y especulaciones
. Si puedes asocia las acusaciones con rumores de "Internet" y dí que se trata sólo de "teorías de la conspiración". 

4. Utiliza la técnica de "la falacia del espantapájaros". Encuentra un argumento en tu oponente que puedes fácilmente rebatir para hacerte ver bien a su costa. Inventa un tema que en consideración de tu oponente pueda ser fácilmente argumentado en su contra (sin poder probarse) o explota las debilidades de tu oponente llevando la discusión a sus puntos más endebles. Amplifica su importancia de tal forma que las acusaciones que se te hacen parezcan refutarse y los temas de fondo no lleguen a discutirse. 

5. Distrae a tus oponentes etiquetándolos y ridiculizándolos con títulos como "conservadores", "radicales", "terroristas", "conspiranoicos", "racistas", "fanáticos", "liberales" "pervertidos sexuales", "ateos", "fundamentalistas", "homofóbicos", etc. 

6. Pega y corre. En cualquier foro público haz un ataque a tu oponente (puede ser una persona o un tema) o a su posición en cierto asunto de forma que puedas retirarte sin que el oponente pueda contestar la acusación. Esto puede hacerse en programas de televisión antes de un corte o en Internet ignorando los comentarios (o editando) de los usuarios y de tu oponente. 

7. Cuestiona motivos. Tergiversa o amplifica todo hecho que pueda sugerir que tu oponente opera bajo una agenda personal oculta. 

8. Invoca autoridad. Conserva tu autoridad o allégate algún tipo de autoridad o experto para presentar tu argumento con suficientes tecnicismos y jerga minuciosa para ilustrar que eres "alguien que sabe". (Esto es lo que en México se conoce como "un choro mareador"). 

9. En casos extremos: hazte el tonto. No obstante la evidencia o la lógica de un argumento, evita discutir ciertos temas deslegitimándolos, invalidando toda discusión. 

10. Asocia a tus oponentes con noticias viejas o acusaciones pasadas. Esto es especialmente útil antes de una discusión o un evento en el que podrías ser cuestionado. Haz que tu equipo prepare una acusación y fíltrala a los medios poco antes. 

11. Haz falsas confesiones. Confiesa un mal menor de manera candorosa para ganarte la simpatía de los demás como alguien que se responsabiliza de sus actos. Esto sirve como un distractor de los verdaderos temas que quieres evitar. (Un ejemplo de esto a gran escala podría ser WikiLeaks, donde es posible que el mismo sistema corrupto que WikiLeaks expone haga una especie de confesión de sus "pecados menores" haciendo creer a las personas que lo que se filtra son todos sus pecados o conductas corruptas y no hay nada más grave, descalificando, por ejemplo, los ataques del 9/11). 

12. Los enigmas no tienen soluciones. 
Llena de giros, contradicciones y detalles complejos una situación para que parezca demasiado difícil de resolver. Esto hará que la verdad se pierda entre el arsenal de desinformación o que el público pierda interés. 

13. Utiliza regresiones y digresiones para evitar llegar al punto de un tema que te es inconveniente. 

14. Exige soluciones completas. Evita los asuntos nodales requiriendo que tus oponentes solucione el crimen (o el asunto en cuestión) completamente. Argumenta que antes de solucionarse este asunto (el cual es demasiado complejo) todo lo que se discuta son suposiciones. 

15. Llega a conclusiones alternas moldeando los hechos. Esto requiere cierta creatividad y es básicamente una forma de alterar las piezas de un rompecabezas para que formen la figura que necesitas. 

16. Desaparece la evidencia o los testigos. Esta es una de las técnicas más usadas por la élite más poderosa: cuando detectan que alguien está por hablar o cobrar importancia (y tiene un discurso inconveniente) simplemente se desaparece (por ejemplo, en el caso de John F. Kennedy). 

17. Utiliza comparsas o colegas a través de los cuales puedas cambiar el tema (estos sujetos pueden o no saber que son parte de esta estratagema). Esta es una variación de la típica técnica del chivo expiatorio, sólo que prefabricada. 

18. Emocionaliza y antagoniza. Si estás por ser atacado lleva la discusión a temas emocionales o antagónicos que cautiven la atención de los demás. De igual forma toca puntos sensibles en tus oponentes que puedan generar respuestas emocionales que los haga perder el control. Esto también puede ser usado para distraer argumentando que tus oponentes son "demasiado sensibles a la crítica". 

19. Pide pruebas imposibles. Lleva la discusión hacia el requerimiento de pruebas como exigencia para seguir discutiendo un tema y pide pruebas que son demasiado difíciles de obtener pero que tienen una cuota de relevancia sobre el tema que se discute. 

20. Evidencia falsa. Introduce nueva información o pistas diseñadas para entrar en conflicto con lo que presenta tu oponente. Esto es útil para neutralizar temas sensibles e impedir su resolución. 

21. Llama a una investigación legal o de algún cuerpo de poder que pueda investigar los hechos. Seguramente al ser parte del sistema podrás influenciar lo que se dice en el caso y lo que se filtra a los medios, así como obtener una resolución benéfica. Esto te dará mayor legitimidad. Esto puede usarse también como un movimiento ofensivo al llevar a alguien inocente a un proceso judicial (este persona puede ser un enemigo o simplemente alguien mediático que acapare la atención del público). 

22. Elabora una nueva verdad. Crea tu propio panel de expertos, autores, líderes etc., o coopta a los existentes para forjar a través de una investigación científica o académica una nueva versión de los hechos o un tema que pueda distraer a la opinión pública. Esto te permitirá, si es que llegas al punto de tener que discutir el tema que quieres evitar, conseguir autoridad. 

23. Crea eventos de distracción masiva. Similar a los anteriores - sólo que explícitamente - , crear historias en las noticias que acaparen la atención pública como una novela de suspenso es una de las tácticas de desinformación más usadas (por ejemplo: El Chupacabras, los mineros chilenos, etc.). 

24. Silencia a tus críticos. Utiliza tu poder para sobornar o chantajear a las personas que tienen información negativa sobre ti o que se interponen en tu camino. (Esto es también una práctica común de las empresas en el caso de la competencia para bloquear innovación científica que va en contra de sus intréses económicos). 

25. Desaparece. En caso de que las cosas se pongan demasiado calientes en la cocina, simplemente date a la fuga. Tus conexiones te mantendrán escudado y podrás vivir en un paraíso fiscal, gastándote el dinero del erario tranquilamente. Y, ¿quién sabe? Tal vez en unos años, con la memoria de corto plazo de la sociedad y tu capacidad de ingeniería de la opinión pública, puedas regresar como si nada hubiera ocurrido.


No es cuestión de volverse paranoico, pero si se asimila el contenido de este articulo es mas fácil descubrir cuando la información que recibes es veraz o por el contrario es una falacia.
Claro esta que usted puede utilizar este conocimiento para manipular a los demás. Usted decide.

martes, 31 de mayo de 2011

Combata la pobreza, mate a un mendigo



Ellos lo saben, si ellos, los señores de la guerra, los asesinos de la verdad, aquellos que yacen en la sombra, del lado del dinero.

 Los que crean el conflicto, alimentan la guerra con sus armas para luego vendernos la paz.

Los que controlan la opinión a través de sus medios de desinformación. Ellos plantean la pregunta para ofrecer su respuesta.
Confunden nuestros valores convirtiéndonos en mercancía. Atentan contra nuestra autoestima ensalzando la mediocridad, convenciéndonos de que estamos incompletos.

"Debes ser alguien" nos dicen, " tienes que darte valor", pero de que valor se trata?. Desde luego no valor humano ya que todos nacemos con él.
Destruyen nuestra integridad dividiendo la verdad que nos parece esquiva, cuando esta siempre se muestra entera allá donde miremos.

No hay para todos!! dicen, la fiesta se acabó!, aprietense el cinturón!.
Lo que no dicen es que a esa fiesta nunca estuvimos invitados.

Pasen y vean! 

Contemplen insensibles la muerte de los justos

La fuga de la dignidad humana

Súmese a la verguenza!!

Combata la pobreza! Mate a un mendigo. 

miércoles, 25 de mayo de 2011


RAZONES DE PESO PARA DISCREPAR DEL SISTEMA




La crisis económica que nos ahoga en los últimos años, no es una crisis coyuntural, no es solamente una crisis cíclica del capitalismo como la crisis del petroleo de 1973, es una crisis humana. Es una crisis de valores, de principios, de integridad. Es evidente que la codicia se ha apoderado de los mercados , y los mercados se han apoderado de nuestras vidas, nuestro futuro y gran parte de nuestras esperanzas. La deuda ciudadana con la banca ya forma parte de nuestras vidas de manera irrenunciable, y estamos resignados ha este estado de malestar y al estilo de vida al que nos aboca, basado en el consumo iconsciente, la necesida constante, y el miedo.
Pero este sitema no es el unico posible. Claro que no!! Por su puesto que no!! Hay tantos sistemas como nos podamos imaginar tantos como el infinito potencial humano sea capaz de idear. Es evidente que no todos funcionaran  . Pero lo que es mas evidente aun es que este en el que vivimos es nocivo, toxico y caduco, y que los seres humanos estamos en disposicion de cambiarlo. No solo eso sino que tenemos la obligacion etica y moral de revertir este desastre antes de que sea demasiado tarde.
Para tos aquellos que despues de leer esto puedan estar pensando "no sera para tanto" A continuacion les expondre una serie de hechos incontestables que corroboran este deastre.

  • La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que unos 920 millones de personas en el mundo sufren de hambre y desnutrición, un 13,2% de la población mundial. Lo que equivale a que cada cinco segundos un niño muere de hambre.
  • Los informes de grenpeace y la OMS indican que la producion industrial imparable de los ultimos 60 años ha deteriorado y destruido todos los ecosistemas.
  • La deuda publica (es decir la de las familias) aumento solo en España en solo en 2010 un 14 %. En Estados Unidos se calcula se duplico despues de la crisis.
  • EL 90 por ciento de la riqueza mundial (ingreso familiar neto) está concentrado en Norteamérica, Europa y en la región pacífico-asiática (Japón y Australia)
  • Solo en las ultimas tres decadas un tercio de lo recursos del planeta ha sido destruidos. Solo  los Estados Unidos, (con 4% de la poblacion mundial) consume un 30% de los recursos del planeta.
 Y etc etc etc, Los datos son interminables.
Y las causas? Pues si las causas son humanas.
PODEMOS CAMBIAR ESTA BARBARIE
REVOLUCiON SOCIAL YA!

domingo, 8 de mayo de 2011

Recomiendo a todos la tercera entrega de la famosa serie de documentales Zeitgeist.   www.zeitgeistmovingforward.com

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Conciencia comun es un blog creado para "librepensadores" o internautas con pensamiento y espiritu critico,que pretende llamar la atencion sobre el lamentable estado de la sociedad global actual. A su vez pretende buscar alternativas al modelo social imperante , ya fracasado y obsoleto.